SALUD DE NUESTRA PIEL.

Woman applying face cream

Partiendo de la base que el cuerpo humano está compuesto por un 70% de agua y que un tercio se encuentra en la epidermis y dos tercios en la capa inferior (dermis) es indiscutible que mantener la piel hidratada y en buen estado es de vital importancia.

Además de mantener una buena hidratación, también hay que entender por qué perdemos agua…y la mayoría de nuestra pérdida de agua es por intoxicación. La intoxicación ocurre de manera primaria en el sistema digestivo por disminución de los jugos que permiten la digestión y absorción de nutrientes, y en la mayoría de los casos esto es por la secreción de cortisol, una hormona que se secreta cuando estamos estresados y también por congestión hepática, donde tiene que ver la calidad y cantidad de horas de sueño, la segregación de una hormona que se llama melatonina y del triptófano. Ambas situaciones afectan a la digestión y absorción de nutrientes por lo que el bolo alimenticio se pudre en nuestro organismo y los tóxicos derivados de esa putrefacción pasa a la sangre y al sistema linfático.

En la sangre producen una contaminación y alteración del PH que muchas veces expulsamos a través de las glándulas sudoríparas que son nuestro sistema excretor por excelencia cuando fallan o están sobrecargados el sistema urinario y el colon (estreñimiento)…de hecho hay personas que refieren un olor fuerte en su sudor cuando lo normal es que no tenga olor desagradable, ésto es por la carga de toxinas que hay en su sangre y su sistema digestivo.

El sistema digestivo en su origen embrionario es la piel, por ello las inflamaciones de colon, las gastritis, problemas de flatulencia que son causados por una mala digestión y absorción de nutrientes pueden producir dermatitis en la piel, el acné o los barros es de lo más común, pero también las foliculitis, que es una picazón en las zonas de sudor y crecimiento del vello, suele ser en la espalda y pecho, también en el área de las nalgas. La deshidratación y la acumulación de sebo cerca del folículo piloso impide la nutrición adecuada del mismo y la acumulación de pieles muertas en la epidermis hace que la capa cornea de la piel se haga más dura y el vello queda atrapado. El paciente se rasca y luego le queda un punto blanco y rojo en la zona de nacimiento del pelo, que se sobre infecta, no es estético y produce picazón y queda luego cicatriz por el rascado. Este mismo fenómeno ocurre en varones en las mismas zonas y también de manera frecuente en la cara tras el afeitado.

En las mujeres por el mismo fenómeno de deshidratación y mala digestión se acumula el sebo en el cabello y hay aspecto de cabello graso o sucio y pérdida del mismo.

Estas patologías ocurren por acumulación de toxinas en intestino y sangre.

En cuanto al sistema linfático, la intoxicación por mala digestión de nutrientes y mala absorción repercute en estancamiento y falta de drenaje linfático con manifestaciones clínicas como retención de líquidos y pesadez de piernas, resaltan las arañas vasculares, várices y hemorroides y también a nivel de piel se hace visible la celulitis. Por otro lado, la linfa, que es la sustancia fundamental del tejido conjuntivo y conectivo al estar llena de desechos se engrosa y y produce dolor en las articulaciones y tendones con tendencia a la inflamación.

Por todo ello la salud de nuestra piel depende de la salud de nuestro sistema digestivo, sistema linfático y sistema circulatorio. De esta manera todas las abrasiones de nuestra piel, conocidas como dermatitis, celulitis bacteriana, ulceras, acné son producto de una intoxicación interna.

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